El coronel no tiene quien le escriba es una novela sencilla, corta, lineal y sin pretensiones. Gabriel García Márquez reconoció tras escribirla que se trataba de su obra más simple hasta la fecha. Lo cierto es que esta novela carece de los rasgos más conocidos del autor: realismo mágico, saltos en la trama... Pero no está exenta de simbolismo y crítica. Un coronel veterano de la «última guerra civil» es olvidado por su país y no recibe su pensión, debido a ello, vive en la indigencia junto a su mujer asmática y un gallo de pelea que perteneció a su hijo muerto. Para sobrevivir, ha ido vendiendo todo lo que había en su casa paupérrima menos el gallo, porque tiene la esperanza de que gane un combate importante que se celebrará en unas semanas; sin embargo, alcanzar la fecha señalada será un reto, ya que no disponen de dinero y deben alimentar al animal. Una lectura somera de la novela bastará para ver el mensaje más obvio: el clásico ex militar que, a pesar de jugarse el pellejo en la guerra, es condenado al ostracismo de la indiferencia.
El coronel espera año tras año la anhelada carta con el otorgamiento de su pensión; mas no llega, y su firme esperanza es pisoteada reiteradamente. El lenguaje que se usa a lo largo de la novela es sobrio, reforzando así el adecuado final peculiar. Aunque es un buen libro del que se suelen hacer análisis exhaustivos, creo que el nombre del autor de «Cien años de soledad» pesa demasiado, y hay múltiples sobrevaloraciones pululando por ahí. A pesar de ello es innegable su posible significado político, porque el gallo podría encarnar perfectamente la determinación del sector popular, su paciente espera para luchar contra una fuerza oligárquica. El coronel no tiene quien le escriba es, por lo tanto, un drama escueto y emotivo. Como la lectura de sus aproximadamente cien páginas puede resultar breve, es aconsejable buscarlo en la biblioteca, y si no se encuentra, comprar la edición más barata posible.
El coronel espera año tras año la anhelada carta con el otorgamiento de su pensión; mas no llega, y su firme esperanza es pisoteada reiteradamente. El lenguaje que se usa a lo largo de la novela es sobrio, reforzando así el adecuado final peculiar. Aunque es un buen libro del que se suelen hacer análisis exhaustivos, creo que el nombre del autor de «Cien años de soledad» pesa demasiado, y hay múltiples sobrevaloraciones pululando por ahí. A pesar de ello es innegable su posible significado político, porque el gallo podría encarnar perfectamente la determinación del sector popular, su paciente espera para luchar contra una fuerza oligárquica. El coronel no tiene quien le escriba es, por lo tanto, un drama escueto y emotivo. Como la lectura de sus aproximadamente cien páginas puede resultar breve, es aconsejable buscarlo en la biblioteca, y si no se encuentra, comprar la edición más barata posible.
Me encanta Gabriel García Márquez pero este libro apenas me gustó, la leí hace años y me desilusionó bastante
ResponderEliminarLo leí hace tiempo junto con cien años de soledad. Es difícil comparar ambas obras, pero esta tiene algo que también hace que destaque.
ResponderEliminarPD. Siento haber eliminado la entrada anterior, pero había una falta de ortografía.
Tatty. No eres la única, en los foros leí muchas opiniones similares sobre este libro. A mí me gustó, pero entiendo perfectamente esa postura.
ResponderEliminarOdiealex. ¡Bah! No te preocupes por las faltas, en un mensaje corto de internet es normal que se produzcan despistes.
Apunto el título. Si es tan corta me la pillaré en la biblioteca la próxima vez que vaya, junto con otras cosillas.
ResponderEliminarEl argumento me resulta interesante y me has despertado la curiosidad.
Salu2
Sí que es corta. Yo la compré, pero sólo me costó un par de euros en una librería de viejo. También la puedes conseguir en pdf...
ResponderEliminarLa verdad es que este es uno de esos libros que siempre he querido leer, mi padre me lo recomendó hace mucho.
ResponderEliminarGarcía Márquez es un gran escritor, pero como persona no es de mis favoritos, cuestión de opiniones.
Lo leeré, creo que me lo descargaré de internet.
Pues adelante con él Sibarita, se lee en un par de noches y es entretenido. Ya sabes que hay que saber separar la vida de un autor de su obra. Yo ahora mismo estoy leyendo «Viaje al fin de la noche» de Céline; gran novela de un autor que, según se dice, colaboró con la gestapo cuando ésta buscaba familias ocultas de judíos...
ResponderEliminarLA COMPRE PERO NO LA LEIII
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