miércoles, 27 de abril de 2011

El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde

Las intenciones de Jekyll eran nobles al principio: conseguir que los humanos puedan desprenderse de su parte negativa. Para ello, debía comenzar por destruir a su alter ego maligno; esa segunda personalidad hinchada de iniquidad que se encuentra en cada uno de nosotros. Pero los resultados fueron diferentes a lo que él esperaba, porque la poción que elaboró tras un exhaustivo estudio, aunque sí consiguió separar gran parte de su maldad, en realidad no le libró de ella. Pues tuvo lugar la nefasta transformación en Hyde, la cual afortunadamente era temporal. Sin embargo, con el tiempo, Jekyll sucumbió a la tentación de ser alguien sin conciencia, que se deleitaba cuando cometía fechorías; alguien que no debía preocuparse por la etiqueta o por la justicia, ya que si perpetraba algún acto deshonroso, podía refugiarse en un escondite extraordinario; el cuerpo de Jekyll. Y así, el buen doctor terminó convirtiéndose en aquello que odiaba. Durante un tiempo parecía irle bien, había hecho un descubrimiento científico sin precedentes, y su malvado amigo le servía como vía de escape de la vida ordinaria. Pronto cambiaría su situación.

Las dosis necesarias para la transformación fueron cada vez más elevadas. Hasta llegar a un punto, en el que ambas personalidades pugnaban por el control. Y la desgracia se cernió sobre Jekyll cuando ya no necesitaba la poción para ser Hyde, sino para volver a ser el doctor... Esta novela de Stevenson nos habla de la dualidad del hombre y la lucha interna que opera en cada uno, desde una trama que ha inspirado a cientos de personas. Fue escrita en tres días y corregida en unas pocas semanas; toda una proeza. Me ha sorprendido la descripción del argumento que ofrece la Wikipedia, "adquiría la fuerza y la astucia de doce hombres"; supongo que eso será de algún cómic, porque en el libro no recuerdo que Hyde destacase por su fuerza. Y es que se ha apuñalado muchas veces a ese personaje en el cine, que últimamente lo mostró como una especie de Hulk con inteligencia limitada. Cuando en realidad es el cúmulo de todas las partes negativas que se escondían en Jekyll. Y hubiese sido mejor que permaneciesen ocultas, sin escapar al exterior para extender su perversidad.


He estado buscando portadas -o cubierta, si se quiere ser exacto- de este clásico decimonónico y no encontré ninguna que me satisfaga. Puede que resulte banal, pero yo tenía una idea muy concreta de cómo debería ser, y al no encontrarla me sentí terriblemente decepcionado. Imaginaba a una sombra escurridiza con sombrero de copa escabulléndose entre calles angostas iluminadas por las estrellas -parecido a la ilustración oscura de arriba-, o por la luz tenue de una farola victoriana. Nada de eso encontré, supongo que fui demasiado exigente y tuve que conformarme con lo que había. Lo importante de un libro no es la portada, sino su contenido; pero una imagen acorde con la historia nunca está de más.

No está mal, evoca un Londres
mágico y misterioso, pero le falta
algo. Podría ser la portada de otra
novela y no se notaría.

 Según los personajes*,
Hyde tenía una deformidad difícil de
 describir, así que me temo que el señor
Cascioli se ha pasado un poco. 




















*No es fácil de describir. Hay algo extraño en su aspecto; algo desagradable, algo completamente detestable. Nunca conocí a un hombre que me desagradase tanto; sin embargo, apenas sé por qué. Debe ser deforme de alguna parte; produce una fuerte sensación de deformidad, aunque no podría especificar el punto. Es un individuo de aspecto extraordinario, y, no obstante, verdaderamente no podría yo señalar algo anormal. No señor; no puedo describirlo. Y no por falta de memoria, pues juro que es como si lo estuviera viendo en este mismo instante. 

¡Retruécanos! ¡Es una criatura de
Lovecraft!
Aquí tenemos a uno de los hombres
grises de "Momo", le falta el puro,
seguro que lo lleva en la mano que
no se ve del todo



















miércoles, 20 de abril de 2011

La ira de Khan

El cartel parece sugerir una space opera,
alejándose de la sobriedad anterior y
abrazando la comercialidad
Se han realizado once películas de Star Trek hasta el momento, de todas ellas, una de las más aclamadas es la segunda. La ira de Khan, fue la continuación y desenlace de un episodio de la serie emitida en los lejanos años sesenta, semilla espacial, que narraba el primer encuentro entre Khan Noonien Singh, un superhombre creado mediante ingeniería genética, y Kirk, el conocido capitán de la Enterprise. El filme es indiscutiblemente bueno, junto con Primer contacto -¿no suena a película de Van Damme?-, es de lo mejor que se pudo ver en el cine basado en la mítica serie de ciencia ficción. En ésta, los personajes irradian todo el carisma que tenían en los sesenta, el guión ofrece momentos espectaculares y visualmente no está nada mal. Ricardo Montalbán hace de un Khan crepuscular consumido por el odio, uno de los mejores villanos que ha dado el cine. Fue la primera película que he visto de Star Trek y la culpable de que me introdujese en ese vasto mundo utópico y uniformado. No me importó que fuese la continuación de algo que en ese momento aún no había visto y marcó un antes y un después en mi exigua vida como espectador; pero, a pesar de la grandeza que tenía, puede que fuese el comienzo del fin, los primeros pasos que recorrían una senda que llevaba a un abismo.

Asimov y Roddenberry, los padres de la
primera. Tal vez hubiese sido mejor
seguir sus pasos
Estamos hablando de un filme que, a pesar de ser bueno, tiene un aspecto negativo. Los que no hayan visto la serie de los años sesenta se perderán ciertos detalles, y no disfrutarán de la historia en su plenitud. En La ira de Khan, no es un problema con la suficiente trascendencia como para ensuciar el resultado final. Y aunque las siguientes de la tripulación original, no terminan de cortar el cordón umbilical con la serie, se pueden ver sin problemas, porque son historias más o menos independientes; sin embargo, la audiencia va a ir descendiendo hasta llegar al estrepitoso fracaso de Némesis. Con el paso de los años, el presupuesto irá creciendo con el objetivo de satisfacer la demanda de buenos efectos especiales, exigiendo una mayor recaudación, y esos fans veteranos que disfrutaban de las primeras, no serán sustituidos por sangre nueva, ya que serán adolescentes desconocedores de las series pioneras que hicieron grandes a esos personajes.

Khan y sus muchachos, durante años se ha
mantenido un provechoso debate sobre si su
pecho es real o de goma

Es cierto que la primera, llamada simplemente Star Trek: la película, es muy adusta, con esos uniformes grises, largas escenas y profundidad. Recordándonos que a pesar de contar con un buen guión, el montaje final puede empañarlo todo. Pero fue un buen intento de llevar la serie al cine, la idea era buena, la manera de ejecutarla no. Lo importante es que se trataba de algo que podía disfrutar cualquiera, no sólo los fans. Ciencia ficción acendrada gracias a los años de experiencia de Asimov y Roddenberry. Lo que vino después; La ira de Khan, apareció en una época en la que la llama de The original series seguía viva, y su fórmula funcionó excelentemente. Pero esa llama se fue apagando hasta llegar a la décima película, Némesis, que a pesar de ser sobresaliente, no tenía ya un público que fuese a verla, esos personajes estaban muertos. Eran fantasmas del pasado que muy pocos conocían. Y eso que a partir de la sexta hubo un cambio de personajes, los de la serie de los sesenta por los de la ochentera. Kirk es relevado por Picard. Un reinicio que tenía los días contados desde el principio, ¿cómo no cometer errores con tantas horas de metraje detrás? ¿Cómo conseguir nuevos adeptos que las vean si son películas basadas en una serie de los ochenta? De hecho, Némesis apareció en el 2002, un año en el que muchos adolescentes no sabían quién era ese capitán calvo y los veteranos estaban cansados de verlo.

Kirk tanteando el terreno, no sería él si no lo hiciese.
 La vulcana es una joven Kirstie Alley, que cansada de
Cheers decidió probar suerte en la Enterprise
Tras el fracaso de Némesis, hemos podido ver en los cines la nueva producción que nos muestra una realidad alternativa con personajes rejuvenecidos; eso es otra historia de la que ya hablaré por aquí más adelante. No considero las películas de Viaje a las estrellas como obras maestras del cine,  simplemente cumplen su cometido en mayor o menor medida. Se podría decir que la calidad de cada una varía en función del director y los medios. De todas ellas, La ira de Khan es la que más se acerca a lo que se denominaría un buen filme de ciencia ficción, es cierto que intenta ser más comercial que la primera, pero no hasta el punto de perder la identidad, la esencia que catapultó a este universo hasta una fama merecida dentro del ámbito televisivo. De las once que hay ahora, no todas pueden decir lo mismo.

Papá, papá; estos no llevan sables
de luz
Esta franquicia siempre ha sido reconocida por los mensajes morales subyacentes que había en cada uno de los episodios, y La ira de Khan no es una excepción, es muy significativo que en una escena podamos ver un ejemplar de Moby Dick reposando en una estantería, y es que la trama guarda ciertos paralelismos con la obra de Melville; un odio desatado y desmedido que sólo puede llevar a la perdición. "He hecho algo peor que matarle. Le he herido. Y deseo seguir hiriéndole. Le abandonaré, como usted también me abandonó. Como usted abandonó a mi esposa; la abandonó para toda la eternidad en el centro de un planeta muerto... ¡Enterrada viva! ¡Enterrada viva!". El resultado no podía ser otro, la calidad dio sus frutos y un presupuesto de once millones generó una recaudación de ochenta, despejando el camino a las que vendrían a continuación, y disipando las dudas que pudiese tener la Paramount. El material que apareció después no llegó a la altura de lo que ofrece esta película, pero obsequió a los fans buenos momentos con sus personajes favoritos, que de otra manera no habrían podido disfrutar.

Tranquilo Kirk, quizá volvamos a vernos
Sin embargo, hubo una sombra tétrica e inquietante dando vueltas alrededor de La ira de Khan. En ella moría uno de los personajes más emblemáticos. Spock. Cuando los fans se enteraron, el enfado fue general y mandaron un montón de amenazas. A los guionistas no les quedó otro remedio que solucionarlo con una secuencia final, en la que se jugaba con la posibilidad de que el querido alienígena regresase a la vida. Por algo la siguiente se tituló: "En busca de Spock". Todo este asunto fue porque Leonard Nimoy no estaba interesado en hacer una secuela, y sólo aceptó cuando su personaje moría. Más tarde llegaría a un acuerdo para dirigir un par de películas. Las cuales, por cierto, fueron mejores que la quinta, a cargo de Shatner.

Otras entradas que hablan de Star Trek:

http://viejacalledelpanadero.blogspot.com/2010/10/viaje-las-estrellas.html

http://viejacalledelpanadero.blogspot.com/2010/08/viaje-las-estrellas-o-guerra-de-las.html

domingo, 17 de abril de 2011

La canción de Frog (Glenn)











El concepto de un personaje transformándose en una criatura desagradable no es nuevo, dentro de los videojuegos está el clásico Shadow of the beast, en el que veremos al protagonista convertido en una bestia. Y si echamos una mirada a los dibujos, en Dragones & Mazmorras hay un episodio donde Eric, el caballero, se convierte en una especie de profundo.










Sin embargo, eso no impidió que Frog fuese el más carismático de Chrono Trigger. Tal vez ayudase un poco su tema musical, uno de los mejores del juego. Voy a dejar por aquí dos versiones, una de ellas muy heavy. 





sábado, 16 de abril de 2011

Presentación de «Una semana entre zombis»


Aunque no he leído prácticamente ninguna novela de zombis -del inglés zombie-, y sé que ahora mismo están de moda más incluso que los chupasangres, he pensado que podría ser entretenido escribir un relato sobre ellos, no sólo para mí, sino también para cualquiera que se pase por aquí. No habrá en él ninguna pretensión ni nada por el estilo, lo único que busco es divertirme en esos ratos libres soporíferos. La narración será en primera persona con todas las limitaciones que eso conlleva, pues el personaje principal tiene una personalidad muy fuerte. No sé si llegaré a terminarla, es decir, a completar los siete días de la semana sin que el protagonista acabe en el fondo de un callejón sin salida; ya veremos. La idea de todo esto, me vino de esos blogs que son parecidos a una especie de diario en el que se va contando cómo la sociedad se zombifica paulatinamente.

En total serán siete relatos -obviamente- que tardaré bastante en escribir. Tengo pensado hacer uno al mes, pero lo más probable es que me retrase bastante con alguno. Nunca he escrito nada parecido, así que será entrar en terreno inexplorado. Desde ya quiero advertir que no tengo pensado construir una historia "políticamente correcta", voy a ser fiel al carácter de mis "marionetas" y no voy a censurarlas. Si alguien tiene problemas con eso, le basta con pasar de largo y no leerme. Comprenderán que si una horda de zombis va detrás de un tipo, éste no va a gritar: ¡caracoles! O si alguien es capturado, lo más probable es que sea desmembrado. De todas formas, no me gusta mucho el recurso fácil de la violencia en estas narraciones, así que es posible que intente huir de ella y mostrar algo distinto. No creo que lo consiga porque se ha escrito y filmado de todo, pero reitero que mi único objetivo es entretenerme.
 

Un saludo a todos los que me leen.

jueves, 14 de abril de 2011

Las uvas de la ira


Y las compañías, los bancos, fueron forjando su propia perdición sin saberlo. Los campos eran fértiles y los hombres muertos de hambre avanzaban por los caminos. Los graneros estaban repletos y los niños de los pobres crecían raquíticos, mientras en sus costados se hinchaban las pústulas de la pelagra. Las compañías poderosas no sabían que la línea entre el hambre y la ira es muy delgada. Y el dinero que podía haberse empleado en jornales se destinó a gases venenosos, armas, agentes y espías, a listas negras e instrucción militar. En las carreteras la gente se movía como hormigas en busca de trabajo, de comida. Y la ira comenzó a fermentar.

No me gusta el estilo de Steinbeck, dando vueltas y vueltas al mismo término hasta que se te queda fijado en la retina; en el primer capítulo, nos quedará muy claro que todo está lleno de polvo; en el tercero, no dejaremos de mirar fijamente la concha de una tortuga que va arrastrándose por el camino. Lo que viene después es mucho más fácil de digerir, pero habrá muchas repeticiones de nombres y verbos. Sin olvidar la curiosa tendencia que tienen los personajes a colocarse de cuclillas en cuanto tienen oportunidad. Se debe tener paciencia porque la novela va despegando poco a poco hasta que es imposible dejarla, ya que la trama es su punto fuerte; tanto, que me atrevería a decir que estamos ante uno de esos libros imprescindibles que se deberían leer al menos una vez.

Ambientada en la crisis económica tras el crack del 29. Los granjeros que son sustituidos por máquinas se ven en una situación precaria, y por lo tanto, caen en la telaraña tejida por los aviesos comerciantes, que se desviven por exprimir hasta la última moneda de las gentes que deben irse, abandonando sus hogares para que un tractor los arrase. Los protagonistas son una de esas familias, los Joad, que se verán obligados a emigrar de Oklahoma a California en busca de trabajo, pronto descubrirán el lado más oscuro del ser humano. Como ya habrán deducido, es una historia dura, y cuando apareció, sufrió una crítica desmesurada, incluso se quemaron ejemplares en piras; pero al final se llevó su merecido reconocimiento.

Lejos de hallarse bajo la influencia de alguna ideología política -estoy seguro de que habrá quien piense lo contrario-, Steinbeck escribe sobre aquello que le disgusta, haciendo una hiriente denuncia social. John ford hizo una película en 1940, con Henry Fonda encarnando a Tom Joad, a mí me gustó tanto el libro como el filme. Una curiosidad, cuando el guionista de la película habló con el escritor, éste le dijo: "Una novela es cosa muy distinta de un guión. Yo he hecho la mía; haz ahora tú el tuyo como mejor te parezca". Sin duda, Steinbeck era consciente de las diferencias que separan el mundo audiovisual del escrito. Tuvo suerte porque era un buen guionista e hizo un buen trabajo, el filme fue un éxito que llegó a ganar un par de óscars.

Los datos del libro que voy a poner son de la edición que aparece en la cabecera:

Editorial: Alianza
Páginas: 683
Encuadernación: Rústica
precio: 10 euros.

Unos afiches:


Tom Joad también aparece en una canción de Springsteen: "The ghost of Tom Joad".

sábado, 9 de abril de 2011

El rebaño del lobo


Hace ya meses que Julia está sola. Sobrevive en una ciudad de edificios arruinados y calcinados, llena de fieras que cada noche recorren las calles en busca de alimento. ¿Acaso es la única persona que no murió tras la explosión?

Lo primero que vamos a encontrar al abrir el libro, es a Julia integrándose en El rebaño del lobo, un grupo de jóvenes que procura sobrevivir en lo que a primera vista parece un ambiente post apocalíptico. No lo hacen mal, cuentan con un refugio en el que tienen alcohol, comida y música; además llevan una recia imagen que parece querer decir: "no me toques las narices". En un intento de olvidar el pasado -cuando llevaban vidas normales- se inventaron nuevos nombres, los cuales siempre hacen referencia a animales: Oso, Serpiente, Halcón... Todos siguen a Lobo, aunque como muy bien aclara Oso, no es un líder en el sentido estricto de la palabra, sencillamente fue el que tomó la iniciativa desde el principio. ¿Qué ha pasado y por qué las calles derruidas están llenas de bestias? Son algunas de las preguntas que se hará el lector; las respuestas se irán desgranando a medida que la historia avanza.

La novela es realista y valiente, no recurre a eufemismos cuando retrata esas conversaciones entre jóvenes y habla de una inquietante situación política que podría llegar a producirse. Aunque la prosa es muy fluida, al principio me preocupó un poco la elipsis inicial -en el comienzo no se describe la soledad que había vivido Julia en el esqueleto de la ciudad, ya que ésta es rescatada por el rebaño muy rápido-, temía que más adelante hubiese un Flashback tedioso de muchas páginas que relatase al clásico Robinson Crusoe urbano; pero el autor, aunque al final sí lo introduce, lo resume excelentemente; dándole un buen trasfondo a la protagonista y regresando de nuevo tras unas pocas páginas al hilo principal, en el que un grupo colabora para salir adelante. Lo cierto es que se trata de una novela primeriza muy bien desarrollada; entretenida desde el primer capítulo y con un buen ritmo.

En este tipo de relatos uno de los mayores peligros es quedarse estancado, permitir que una situación concreta enrede a los personajes, atrapándoles durante demasiado tiempo; sin embargo, eso no ocurre en El rebaño del lobo, siendo una de esas novelas que se leen de un tirón porque mantiene el interés. Tengo que decir algo de Pedro A. Moscatel, él conoce mi blog desde hace bastante, y sabe que a veces puedo ser muy duro. En una conversación que mantuvimos por correo electrónico me dijo: "Sé todo lo duro que quieras". Eso le honra, dudo que otros me hubiesen dicho lo mismo. Cuando escuché esa frase me afilé los colmillos pensando: "¡luz verde!". Pero tras leer la novela no puedo hablar de muchos aspectos negativos porque no los tiene. La calidad del autor mejorará inevitablemente con el paso de los años, y a pesar de ello, estoy seguro de que nunca se va a arrepentir de esta obra.

Será interesante ver con qué nos sorprenderá a continuación. Apostaría a que también merecerá la pena.

Datos del libro: 

Editorial: Setelee
Páginas: 177
Encuadernación: Rústica
Precio: 14 euros


jueves, 7 de abril de 2011

Chrono Trigger

Portada que muestra uno de los ataques especiales
del juego
Siempre que le echaba un vistazo a las listas de los mejores juegos de la historia, veía a Chrono Trigger entre las primeras posiciones. Yo no llegué a jugarlo en su momento, ya que fui el afortunado poseedor de una flamante Mega Drive -en algunos países Sega Genesis-, consola que tenía muy buenos juegos; pero éste no estaba en su catálogo. Así que me perdí a uno de los mejores RPG de la historia; algo fácil de remediar desde que internet está presente en nuestras vidas, porque ahora disponemos de emuladores eficientes y nostálgicos con los que poder rememorar cualquier juego clásico. No dudé en bajar el juego de Super Nintendo con unas inmensas ganas de probarlo y descubrir por qué despierta tanto interés entre los aficionados.

Grandioso homenaje de "Raox" a
"Glenn", la rana antropomórfica
Quería saber cuál era el motivo de que aún hoy se le recuerde con tanta devoción, pues el nombre de Chrono Trigger siempre sale a relucir en los foros de videojuegos. No tardé en descubrir la maravilla que, hasta ahora, nunca había llamado mi atención. No soy un entusiasta de la serie Bola de dragón, pero me gusta la estética que Akira Toriyama imprime a sus dibujos, él es capaz de conseguir que un frío robot inmutable sea carismático, que compartamos la aflicción de un caballero convertido en rana por el villano de turno y en definitiva, que tengamos una buena experiencia visual de un juego que ha envejecido espléndidamente. Por algo los creadores eran estrellas del mundillo, formaron un equipo que se llamaba Dream Team y cada miembro aportó lo mejor de sí mismo; el resultado es impresionante, tanto los gráficos como la música o el control tienen una calidad difícil de encontrar. La trama no se queda atrás, y si bien no es todo lo original que podría ser, cumple a la perfección su cometido: mantener el interés hasta el final. Por otro lado, los personajes no desmerecen del conjunto, están muy bien caracterizados y cada cual cuenta con un trasfondo detallado. Algunos incluso tienen su propia melodía.

Este jefazo no es tan
fuerte como aparenta
Hay una enorme competencia entre el juego que nos ocupa y otro de la misma compañía, Final Fantasy VII; está claro que cuando Square se lo propone se saca unos juegos de la manga dignos de ser envidiados por el resto de productoras. Es complicado decir cúal es mejor, yo prefiero el Chrono Trigger porque la historia me atrae más; me gusta eso de viajar por el tiempo a través de portales e ir aumentando el grupo con los personajes que se encuentran en las distintas épocas. También diría que los gráficos en 2D me disgustan menos que los polígonos rudimentarios de la primera PlayStation, porque los personajes del FFVII adolecen del síndrome "muñeco de madera". Para ser justo, diré que el Chrono es corto, pues dura aproximadamente veinte horas, muy poco para ser un RPG a pesar de contar con múltiples finales; lo bueno, es que cuando se viaja por el minimapa no aparecen los irritantes combates aleatorios, sí, los mismos que tiene el FFVII y muchos otros juegos del mismo estilo. Aquí los enemigos -la mayor parte de las veces- se pueden ver antes de entrar en combate, son muy simpáticos y hacen gala de una  divertida picardía. 

¡Si hasta tienen una máquina del tiempo!
¿Tendrá condensador de fluzo?
Yo lo jugué durante varias semanas -no tenía tiempo de estar con él más de una hora al día-, y me lo pasé realmente bien. No me topé con uno de esos momentos temidos en los que se debe hacer algo demasiado críptico para poder continuar, los jefes no me dieron problemas una vez que descubrí la estrategia a seguir y no tuve que usar una guía para desentrañar muchos de los secretos. Dicho todo esto, ya no me extraña que se encuentre en las listas de los mejores juegos de la historia, estoy de acuerdo con ellas, es uno de los más grandes.