martes, 25 de octubre de 2011

Frankenstein o el moderno Prometeo

Está hecho todo un nigromante
Prometeo hurtó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres; Frankenstein, influenciado por las ideas desfasadas de filósofos superados —Cornelius Agrippa y Paracelso—, intenta hacer algo parecido con la inmortalidad. El resultado final, es el famoso golem de carne al que se le suele llamar, erróneamente, Frankenstein; como el apellido de su creador. Una criatura que es rechazada desde que cobra vida, porque fue animada por alguien que no era consciente de cuál iba a ser el resultado final, hasta que fue demasiado tarde. Eso influirá en los sentimientos del monstruo, que al ser repudiado cambiará, volviéndose infame. Mary Shelley escribió lo que hoy es considerado como la primera historia moderna de ciencia ficción, además de ser también una novela de terror gótico que ha inspirado a multitud de autores. No es difícil encontrar argumentos similares que hablen de cómo un humano puede cometer descuidos fatales a la hora de levantar no muertos.

Víctor Frankenstein superó a todos sus
maestros, pero sus conocimientos lo
llevaron a la desgracia
El celuloide ha propagado la idea de que «Frankenstein» se trata de un ser pánfilo; pero no es así, porque Mary Shelley describe cómo es capaz de aprender y dominar el idioma en poco tiempo. Además extorsiona a Víctor amenazándole con asesinar a su familia, sólo para que escuche su historia funesta. El monstruo tampoco es lento y torpe, sino todo lo contrario: posee una agilidad sobrehumana. El hecho aparentemente banal de que carezca de nombre, es una señal del intenso recelo que su hacedor tiene hacia él, porque ni siquiera se ha tomado la molestia anodina de bautizarle. Todo ese desprecio hará que el monstruo tenga que valerse por sí mismo, refugiándose de un mundo que lo considera un ser infernal, y volviéndose cada vez más malvado, porque como dice él: «Créeme, Frankenstein: yo era bondadoso. la humanidad y el amor de mi alma iluminaban todo mi ser, pero ¿acaso no estoy ahora solo, miserablemente solo? Si tú, que eres mi creador, reniegas de mí, ¿qué me cabe esperar de tus semejantes, que nada me deben?».

Como el monstruo es consciente de su
 fealdad, intenta esquivar a los humanos
amparándose en bosques, cuevas...
La trama comienza con una elipsis temporal en la que se presenta a los dos personajes principales: Víctor Frankenstein y su criatura; cuando el primero persigue al segundo en un entorno helado, hasta desfallecer y terminar en un fragmento de hielo que viaja a la deriva por el mar. Después es rescatado por un barco, y en él, Frankenstein cuenta su historia; explicará cómo la criatura se pone en contacto con él para decirle todo lo que le había pasado desde que huyó de su rechazo. El clásico relato dentro de un relato. Terror romántico decimonónico henchido de un vocabulario rico y diálogos grandilocuentes. Frakenstein es una novela original que esquiva los tópicos más manidos de la época: casas encantadas, barcos fantasmas...; y eleva al género obsequiándole con un libro que puede dar lugar a diversas interpretaciones. En nuestros días se sigue leyendo fervorosamente y llevándose al cine con más o menos acierto. Guardo buenos recuerdos de la versión que realizó Khenneth Branagh, aunque no concibo por qué se escogió a Robert De Niro para ese papel.

viernes, 14 de octubre de 2011

Ciclo de aventuras oníricas de Randolph Carter

En esta edición se le ha dado a la
llave un baño en oro. Queda mucho
 mejor así, dónde va a parar
Lovecraft no acostumbraba a utilizar los mismos personajes en diferentes historias, pero con Carter hizo una excepción, porque le dedicó varias: La declaración de Randolph Carter, La llave de plata, A través de las puertas de la llave de plata y En busca de la ciudad del sol naciente. Tres relatos y una novela corta que están bajo la influencia de Dunsany, un tipo que escribía, entre otras cosas, sobre una elfa que renuncia a su inmortalidad por el amor de un hombre en La hija del rey del país de los elfos (1924). Lovecraft crea una especie de mundo fantástico emplazado en un plano onírico, al cual se ha de llegar por medio de una extraña llave de plata marcada con arabescos aparentemente indescifrables. Ésta es encontrada por Carter, un hombre que considera banal a su sociedad y añora la belleza de los casi olvidados sueños de su infancia. ¿Qué es la realidad comparada con el esplendor de los maravillosos lugares que visitó antaño mientras dormía? Durante un tiempo, Carter intentará buscar sucedáneos que le aparten del tormento que le hace languidecer; pero los dejará a un lado, porque usará la llave de plata para ir a otras dimensiones.

Carter contemplando el descenso de
Warren a las tinieblas
Al principio, en La declaración de Randolph Carter,  Lovecraft narra cómo Carter se ve envuelto en la desaparición de Harley Warren, cuando éste se interna en las profundidades de una cripta que se halla en un cementerio añoso. Debido, tal vez, a que el autor era solitario, muchos de los diálogos que escribió están faltos de naturalidad; de qué pie cojea Lovecraft no es un secreto; es trabajo del lector pasar por alto ese detalle para poder deleitarse con sus obras. Sin embargo, en La declaración los diálogos cumplen bien su cometido a pesar de lo dicho. No en vano las últimas palabras del relato son una frase muy conocida dicha por un ente sobrenatural. Las descripciones, por otro lado, son su punto fuerte siempre y cuando los adjetivos poco comunes no sean una molestia; es decir, depende del lector. Además su número es elevado: «Vagamente, puedo decir que su voz era profunda, hueca, gelatinosa, lejana, ultraterrena, inhumana, espectral».  

Esta llave sí que parece salida de un relato
lovecraftiano. Mucho mejor que la anterior
El estilo es atávico, pero es parte del encanto de Lovecraft, si no hubiese adverbios terminados en mente por doquier..., no sería él. Es común que uno de los motivos de crítica más usuales que se hace a los escritores, sea cuando no son capaces de describir algo; pero cuando se trata de Lovecraft, un ser inefable..., es realmente un ser inefable debido a su amorfidad, y describir ciertas cosas podría romper la magia del miedo a lo desconocido. En La llave de plata comienza la parte más cautivadora, que llegará a su cénit en A través de las puertas. De la desaparición misteriosa de Carter, a su entrada apoteósica en los límites de la realidad. Donde atravesará las puertas necesarias para obtener conocimientos que muy pocos humanos han logrado conseguir. El tiempo y el espacio dejarán de ser enigmas más allá de su razón, y podrá viajar a través de ellos, explorando así la belleza de los lugares que había vislumbrado en su niñez. Los tres relatos atemporales que preceden a la novela tienen por sí solos una fuerza capaz de explicar por qué Lovecraft es recordado aún hoy; mas falta la parte larga de estas aventuras.

Portada foránea con el título
original
En busca de la ciudad del sol naciente es una combinación de terror lovecraftiano y la fantasía dunsaniana que ya se podía entrever en La llave de plata. Narra la búsqueda que emprende Carter para encontrar la ciudad perdida de sus sueños. El derroche de imaginación es impresionante, mientras que el ritmo es rápido, porque el protagonista cambia de escenario cada pocas páginas: bosques encantados, palacios, barcos, montañas... todo está muy bien descrito, con sus atmósferas y criaturas endémicas. Queda patente la afición que Lovecraft tenía por los gatos, ya que juegan un papel determinante en la historia; la cual es difícil de resumir debido a la inmensa cantidad de detalles que posee. A pesar de que el Carter de esta novela es un viajero experimentado del mundo onírico, se las tendrá que ver con varios peligros de los que escapará por los pelos, porque lo que quiere no es del agrado de los dioses. Es posible conseguir el libro suelto, pero es aconsejable leer antes los tres relatos anteriores. Aunque quizá no sea lo mejor que Lovecraft escribió, En busca de la ciudad del sol naciente es lo que más me ha gustado de él.

Un titánico gugo enfrentándose a los
lívidos; dos enemigos guerreando entre sí
para regocijo del protagonista
La variedad de situaciones es tal, que puede abrumar al lector poco habituado a este tipo de historias; pero el camino que se recorre junto a Carter es memorable, porque logra compendiar la esencia del género fantástico, al tiempo que lo adereza con pinceladas de su propia mitología. Carter es un héroe que no cuenta con espadas y armaduras que le permitan salir airoso de los combates, a cambio usa su intelecto, relacionándose así con aquellos que puedan serle útiles; pues conoce las distintas lenguas de esas razas. Eso le da cierta originalidad análoga a El nombre del viento, título que si bien no ofrece muchas novedades al género, sí que lo evoluciona hasta cierto punto, acercándolo a más edades. En busca de la ciudad del sol naciente está narrado en tercera persona, los pocos diálogos están descritos, es decir, integrados en el texto sin usar guiones —mejor—, y la prosa es la característica del autor, aunque como ya mencioné, la trama se desarrolla rápidamente. Aun junto a los relatos el número de páginas no es grande, por lo tanto, una edición de bolsillo que recopile todo sería perfecto.

El estudio de Warren

lunes, 10 de octubre de 2011

jueves, 6 de octubre de 2011

Watson recomienda tres películas de terror

 En la boca del miedo

Buen afiche, aunque es un poco
convencional; quizá fuese una de
las razones por las que la película
pasó desapercibida en los cines
A pesar de que Carpenter sólo dispuso de catorce millones para esta película, consiguió crear un producto que mereció la pena. Demostrándose así una vez más que el dinero no es lo más importante cuando se gesta un filme. Sin embargo, fue un fracaso en el cine; desconozco el porqué, tal vez salió en la época equivocada. El argumento es llamativo: Sutter Kane es un escritor que, tras alcanzar un éxito sin precedentes, desaparece sin dejar rastro, y una editorial contrata al investigador John Trent para buscarle; pero éste sospecha que todo es un montaje publicitario. Mientras tanto, algunos fans del escritor se vuelven inexplicablemente violentos. La película cuenta con unos pocos homenajes a Lovecraft, de hecho, ésta es una de las ínfimas ocasiones en las que el celuloide logra encumbrar el nombre del famoso escritor de Providence. De entre todas las escenas que Carpenter ofrece En la boca del miedo, una de las más impactantes es cuando se muestra esa iglesia que transmite la sensación de no formar parte de nuestra realidad. Resulta desconcertante la eficacia que han tenido para administrar el bajo presupuesto, porque la película cumple en todos los aspectos, incluso en la banda sonora.


Phantasm

Este afiche es genial, parece que el
hombre alto va a salir de la imagen e
ir a buscarte
Cuando a finales de los setenta el cine de terror empezaba a revenirse, Phantasm apareció en escena, dispuesta a limpiar todos los tópicos que se estaban acumulando bajo la alfombra. Si el presupuesto de En la boca del miedo te pareció bajo, debes saber que Phantasm sólo contó con la suma de trescientos mil dólares, y eso no fue un impedimento para que su calidad fuese superior a muchas otras de la época. Además, ésta sí tuvo un éxito considerable en la gran pantalla, porque recaudó mucho más de lo invertido. El mérito de eso, se debe en gran medida a Don Coscarelli, pues él fue quien escribió el guión, la dirigió, fotografió y co-produjo. Está claro que tenía fe en su filme; la recompensa a esa fe no tardaría en llenar sus bolsillos. El original argumento mezcla varios géneros: ciencia ficción, fantasía y terror. Hay tres secuelas: Phantasm II, Phantasm III: Lord of the Dead y Phantasm IV: Oblivion. No son nada del otro mundo, pero pueden atenuar el aburrimiento. Si os atrevéis a verlas tened cuidado con el hombre alto, no es lo que parece.


Trick `r Treat (Truco o trato)

¿Será un filme de culto con el tiempo?
Aunque Truco o trato es mucho más reciente que las dos anteriores, 2007, la atmósfera que destila es muy ochentera. Recomendable para nostálgicos de un cine que ya no se hace salvo excepciones. La trama,  que se desarrolla en la misteriosa noche de halloween, cuenta cuatro historias: un grupo de adolescentes descubre la verdad que se esconde en la leyenda de los niños que murieron en la masacre del autobús escolar; una joven virgen disfrazada de caperucita roja busca a su hombre soñado, pero cuando lo encuentre se llevará una sorpresa; un director de colegio se deja llevar por sus impulsos más sociópatas; y un anciano será acosado por una extraña criatura —la que aparece en la carátula—, debido a que no respetó las reglas de halloween. La primera vez que vi esta película fue en la televisión, pasaba los canales sin encontrar nada —como siempre—, hasta que me topé con una de las escenas finales de Truco o trato; unos segundos bastaron para captar toda mi atención, luego la busqué en internet y pude visionarla al completo. Os aconsejo verla porque es muy divertida.


miércoles, 5 de octubre de 2011

Mientras escribo

No, esta portada no me gusta y
creo que no hace falta explicar
por qué

Este libro a veces puede resultar difícil de conseguir, porque no es una novela, sino una autobiografía y una guía de escritura; aun así, creo que puede gustarle a cualquier tipo de lector que busque algo diferente a lo habitual. Mientras escribo suele desaparecer rápido de las librerías, debido a que es recomendado en cursos de escritura, y una vez que se descataloga, puede encontrarse por la red a precios astronómicos. Yo no pagaría por él más de lo que cuesta. Es cierto que varios de sus consejos son acertados —cuidado, unos pocos están dirigidos a la escritura en inglés—, pero no es nada que no se pueda encontrar en otros libros de escritura creativa; además, la parte biográfica, donde King habla de sus comienzos, ocupa una generosa parte. Y en el capítulo final narra el aparatoso accidente que casi siega su vida. Creo que el auténtico objetivo del libro es animar a los escritores, reforzando sus deseos creativos. Por supuesto, los fans del autor disfrutarán con las partes biográficas, como, por ejemplo, cuando reconoce que casi no recuerda haber escrito Cujo debido a dos vicios con los que casi se autodestruye: el alcohol y las drogas.

Stephen King es un escritor prolífico,
pero nada comparado con John Creasey,
autor de novelas policíacas, porque
escribió cinco mil novelas bajo distintos
seudónimos. Eso dice King cuando se
compara con él, ¿será verdad?
El libro se divide en cuatro partes: currículum vitae, donde habla de su infancia y los primeros escarceos que tuvo con la escritura; caja de herramientas: ortografía, gramática, vocabulario...; escribir, aquí desvela un «secreto» que es la llave para narrar exitosamente: «lee mucho y escribe mucho»; y, por último, postdata: vivir, capítulo en el que cuenta cómo se salvó por los pelos cuando una camioneta le atropelló, una tragedia que superó en parte gracias a su regreso al mundo de las letras. Lo que más me ha gustado de Mientras escribo son tres consejos con los que coincido, ya que llegué a la misma conclusión por mí mismo. El primero es que se debería escribir por diversión: «Si no te diviertes no sirve de nada. Vale más dedicarse a otra cosa donde sean mayores las reservas de talento». Sin ir más lejos, yo me lo pasé muy bien pergeñando el «tocho», de la entrada anterior, aunque imaginaba que no sería muy leído. El segundo habla sobre los adverbios terminados en «mente» y del riesgo de abusar de ellos. Y el tercero recuerda que cuando hay que escoger entre los diferentes verbos declarativos, «escribir "dijo" es divino». No se trata de usar siempre «dijo» en los diálogos, sino de evitar que el lector vaya al diccionario más de la cuenta.

En esta ilustración me recuerda al
protagonista de Cadena perpetua
Soy consciente de que a King se le considera un escritor mediocre en muchos círculos intelectuales; pero discrepo con ellos, porque ese menosprecio suele venir de una imagen deformada que se tiene de él: un tipo que escribe sin esforzarse y gana millones sólo con su nombre. Pienso que para poder juzgarle adecuadamente hace falta leer Mientras escribo, y conocer todas las tribulaciones que pasó antes de llegar a la cumbre. No hay nepotismos ni trampas, sólo un chico de clase media-baja al que le gustaba escribir desde pequeño e iba acumulando los rechazos que recibía de las revistas, con la ilusión de que algún día una de ellas le publicase uno de sus relatos. A mí lo único que no me gusta de él, es que a pesar de que sabe quitarle paja a la prosa, no hace lo mismo con el tamaño de la historia, la cual en algunas ocasiones se hace un poco larga; sin embargo, las estructuras de sus novelas me entusiasman. Según he podido comprobar en internet, no soy el único que empezó creando algo basándome en la de IT. 

sábado, 1 de octubre de 2011

Viaje desde el ayer

Esta cubierta es mejor que
la española con diferencia
Pocas veces se puede hallar tanta crítica social en una sola novela. La tierra, que es un mundo distópico consumido por la violencia, envía una nave de jóvenes colonos a un planeta habitable llamado Quirón, con la esperanza de crear allí una nueva sociedad a la que dominar. Pero cuando, décadas más tarde, los terrestres se reúnan con los quironeses, descubrirán sus extrañas costumbres: no parecen tener a alguien que les gobierne, les gusta la compañía de las máquinas porque los primeros quironeses fueron cuidados por ellas, carecen de creencias religiosas y desconocen el uso del dinero. Además, se toman la justicia por su mano, matando a cualquiera que dé problemas. Como esta sociedad ácrata difiere completamente del autoritarismo capitalista terrestre, el enfrentamiento es inevitable, y pronto vendrán los problemas cogidos de la mano por aquellos que se resisten a adaptarse. La novela aprovecha este choque cultural para atacar duramente algunos aspectos nefandos que afectan a nuestra realidad.

James P. Hogan, que ha publicado
más de treinta obras de ficción,
nos dejó el doce de julio del año
pasado. Descanse en paz
Uno de los protagonistas, Colman, es un soldado terrestre con pretensiones de ser ingeniero, oficio que le será vetado por alguien que antepone los títulos de prestigio frente a las habilidades innatas. Al llegar a Quirón verá cómo estas habilidades son rápidamente apreciadas, porque allí cada uno trabaja en aquello que sepa hacer bien; incluso pueden tenerse varias funciones u oficios. Colman era alguien atrapado en una red que no le permitía seguir su vocación, debido a eso, es uno de los primeros en comprender las intenciones de los quironeses e integrarse. No será el único, porque muchos otros harán lo propio; sin embargo, la ambición de poder que domina a los líderes terrestres creará una situación insostenible. James P. Hogan sabe mantener viva la llama del interés durante los diferentes capítulos; el argumento es bueno: choque cultural; y la trama está muy elaborada, con varios giros inesperados. Ciencia ficción dura que se atreve con tecnicismos y teorías que pueden alejar al lector común durante algunas páginas.

¿Novela de ciencia ficción o
anuncio de detergente?
Desconozco el porqué de lo que voy a explicar a continuación, aunque sospecho que ha podido ocurrir por las prisas del traductor; prisas que quizá fueron inyectadas por la editorial. El libro, que hizo gala, cuando se editó, de un precio excesivo, tiene un texto nefasto; cualquier error que imaginen cuenta con muchas probabilidades de encontrarse en él: redundancias, largas frases asfixiantes sin una sola coma, faltas ortográficas, cacofonías... No lo mencionaría si no abundasen, pero me he encontrado esos fallos a lo largo de toda la novela. Una lástima que un autor tan poco conocido en España tenga que hacer frente a una edición regular, lastrando así su posible reconocimiento. No obstante, la historia que cuenta James es tan atractiva que los detalles negativos se olvidan rápidamente. Viaje desde el ayer, es un buen libro para los aficionados al género; los cuales deberían buscarlo a un precio más reducido que el marcado por la editorial.