domingo, 26 de febrero de 2012

Capitán de mar y guerra

Las cubiertas de estos libros son
un ejemplo a seguir
Capitán de mar y guerra es el primer tomo de una colección escrita por Patrick O' Brian, compuesta por veinte libros en los que se narran, principalmente, las aventuras de dos personajes: el capitán Aubrey y el doctor Maturin. Hay un tomo más: The Final Unfinished Voyage of Jack Aubrey, pero el autor murió mientras lo completaba. Esta novela comienza explicando cómo entablaron amistad esos personajes, y su primera correría juntos por el mar en la Sophie, una corbeta asignada a Aubrey para ser gobernada tras su ascenso a capitán. Los protagonistas están bien caracterizados, porque tanto la voz narradora como los diálogos tienen en cuenta los intereses propios de cada uno: no será raro que Maturin se preocupe por la fauna que hay a su alrededor, o que hable y actúe según sus conocimientos sorprendiendo a la tripulación, la cual lo venera. Aubrey es un marino con todo lo que eso conlleva, por lo tanto, su punto de vista chocará con el del doctor en algunos aspectos; mas no por ello se verá destruida su recia amistad.

La película basada en las novelas
es elogiable en varios aspectos
La prosa de Patrick es necesariamente funcional debido al gran número de personajes, pues están en un espacio reducido que provoca incesantes encuentros; así que muchos nombres se introducen en las conversaciones o escenas mediante frases cortas, de esa manera se evita una gran cantidad de paja que entorpecería las numerosas escenas de acción. Los saltos en el tiempo son abundantes, pero no omiten nada que pudiese resultar de interés. Hay un buen número de términos marítimos que el profano desconocerá, sin embargo, en las últimas páginas se ha incluido un glosario con todos ellos ordenados alfabéticamente. El lector tendrá así la oportunidad de aprenderlos, y además le dan un mayor realismo a los diálogos. Con todo, es posible comprender la trama sin hacer ni una consulta, por consiguiente no deben ser usados como excusa para no atreverse con la novela.

Prefiero las cubiertas de Edhasa
Tal vez uno de los pocos aspectos negativos sea el precio, porque hacerse con la colección puede suponer un dispendio si no se le va a sacar provecho; aun así, la recomiendo, ya que el autor consigue, gracias al ritmo, que la inmersión en esa realidad de cañones y abordajes sea expeditiva, completa, emocionante. Un acceso directo a la cubierta de la Sophie, donde es posible ver cómo era la vida en un barco de aquella época. Jerarquía, superstición, patriotismo, lucha, bizarría, honor... Las velas se despliegan y comienza la aventura de adentrarse en lo ignoto: ¿qué navío será el próximo?, ¿qué ocurrirá en la noche?, ¿obtendrán un merecido botín? Ésas son preguntas sin respuesta marcadas a fuego en las mentes de toda la tripulación, que deberá ser controlada debidamente para evitar posibles amotinamientos. Una cuestión que no hará retroceder a Jack el afortunado, el capitán que empezó desde abajo y, al igual que Nelson,  sabe hacerse respetar.

«Sabes tan bien como yo que "patriotismo" es sólo una palabra. Y que generalmente acaba significando, o bien "mi país, con razón o sin ella", lo cual es odioso, o bien "mi país siempre tiene la razón", lo cual es una imbecilidad». Stephen Maturin.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Entrevista a Watson (humor)

Encontramos a Watson en las profundidades de bibliópolis,
donde lo pillamos in fraganti devorando, literalmente,
las páginas de un libro








¿Por qué ese nick?

Porque llamarme Sherlock me parecía un poco injusto, como si diese a entender que tengo su intelecto. Está claro que el mío es superior: Sherlock es un farsante. ¿Sabía que en realidad soy yo el que resuelve todos los casos? Lo que pasa es que el éxito me da igual, así que le susurro las soluciones cuando el inspector está distraído.

¿Por qué en su perfil dice «Escritor misántropo» y no «Escritor, misántropo»?

Para empezar, no sé si soy escritor porque soy misántropo o si soy misántropo porque soy escritor...

¡Eso es lo mismo!

(Carraspeos) Bueno, si lo cree así…, pero lo que sí es cierto es que mi misantropía se percibe en lo que escribo, es inevitable. Por eso no hay coma.

Vaya. Sigamos. He leído sus primeras entradas, y aunque no es fácil ver faltas ortográficas sí que están bastante mal puntuadas. (Sonrisa malvada).

Imagino que sabrá que lo más difícil a la hora de escribir es puntuar bien; puntuar bien en una novela es un arte. Las entradas de este blog están escritas a vuela pluma, porque las usé para mejorar ese aspecto, es decir, antes tenía que escribir al ritmo de una tortuga reumática si quería tener una puntuación decente; ahora no. Sin embargo, aún tengo que pulir cosas. La puntuación puede mejorarse en correcciones, pero hacerlo lo mejor posible desde el principio ayuda mucho, sobre todo si es intuitivo.

Veo que sabe salir bien de los apuros. En fin, ¿cuál es su libro preferido?

Imposible responder.

¡Claro que no! Es usted un embustero que se hace pasar por literato.

¿Cómo? Yo nunca dije ser un literato, pero le diré que no puedo responder porque se me agolpan demasiados títulos en la mente. Por eso suelo decir «cualquiera de Delibes», y así me quito de encima esa pregunta. Si usted quiere cuéntele a los demás que las entradas son escritas por un chimpancé mientras yo juego al Street Fighter.

¿Le hubiese gustado conocer a algún autor?

Sí, a Robert Walser; pero antes de que ingresase en el manicomio, no sea que me dé paraguazos en cuanto me vea.

Hace tiempo empezó unos relatos sobre zombis y no los acabó. Eso es una irresponsabilidad que denota desidia.

Touché. Pero puedo continuarlos cuando quiera —si quiero—, no van a escaparse. Además mi objetivo era reivindicar el uso de palabrotas en la literatura. Aunque nadie se escandaliza cuando lee en El Quijote cosas como «hideputa», parece que a algunos les molesta un simple «imbécil» en otros textos. Y en la presentación de esos relatos dije que no sabía si podría continuarlos o no. Debería usted informarse antes de hacer preguntas.

Ha cambiado el aspecto del blog por uno más soso, ¿por qué?

¿Soso? A mí me gusta, y a las pocas personas que me leen también. ¿Insinúa que ellos carecen de gusto?

No, no. (Sonrojo). Pues… Dígame a qué se refiere con lo de «cazador de libros».

Pero eso está claro: cazo libros. Luego enseño mis mejores trofeos en este blog. De todas formas hay muchos cazadores de libros que me superan.

¿Es usted escritor realmente?

He escrito tres novelas. Pero las dos primeras las considero parte del aprendizaje de escribir y me las reservo para mí. Uno no se levanta una mañana cualquiera siendo Shakespeare, eso lleva tiempo y esfuerzo.

¿Cuántos libros lee al año?

Comparado con otros no soy un lector muy bueno, leo sólo unos setenta aproximadamente. Me gustaría tener tiempo para reseñarlos todos porque me entretiene, pero no puedo. Supongo que hay muchos hombres grises por ahí. 

Bueno, veamos. ¿Cuál es su película preferida?

Troll 2. La gente no sabe apreciar su valía. Es una obra de arte sin duda alguna, porque está por encima de muchas otras similares, y la escena donde el chaval grita «¡Oh my god!» es celebérrima.

Es broma, ¿verdad?

No. (Guiño).

¿Por qué me guiña?

¿Quién? (Guiño, guiño).

Lo ha hecho de nuevo, y dos veces.

No sé de qué me habla.

Todas estas tonterías no aparecerán en la entrevista, así que no pierda el tiempo haciéndose el listo conmigo.

De acuerdo. Me portaré bien.

Usted verá, seguro que después de eso ya no le respetarán tanto.

Terry Pratchett va por ahí con patos en el birrete y todo el mundo le respeta.

¡Pero él es un genio!

Nadie es perfecto…

¿Le gusta la música?

Claro, a quién no.

Me refiero a si le va algún estilo concreto.

La música clásica y el rock. Cosas de mi generación, supongo. Yo crecí con los electroduendes, Dragones & Mazmorras, He-man y demás. ¡Ah!, y la mejor canción de todos los tiempos es la de Bilbo. Una pena que Shatner y Nimoy no se hayan dedicado más al mundo de la música...

¿De pequeño querías ser?

Ser sombrero debe de ser una profesión bonita, y ahora hay tan pocos que estarán muy solicitados.

Ya empezamos…

Lo digo en serio. A lo mejor busca una de esas respuestas aburridas: bombero, doctor…

Sería lo normal, sí. ¿Se da cuenta de que me lo pone difícil? Usted es complicado de entrevistar.

Eso depende de la calidad de las preguntas, imagino. (Guiño).

¿Por qué un blog? ¿No le gustan los foros?

Son diferentes. No recuerdo cuándo fue la última vez que escribí en un foro. Lo hacía para que criticasen mis relatos, y me sirvió de mucha ayuda. Lo malo de los foros es que dependen mucho de los administradores, porque hay mucho troll, ya sabe. Y no me refiero a los de Troll 2, que además eran goblins, más bien. Sin olvidar que no a todos les interesa lo que yo digo aquí: hay foros en los que podrían banearme sólo por escribir «Valle-Inclán».

¿Qué serie le gusta más?

Danger 5. Robots, nazis, dinosaurios, espías…

Sea serio, por favor.

Parafraseando a Bilbo, no puedo ser más serio de la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que se merece.

¿…?

Es usted el que ha venido aquí a molestarme con preguntas, márchese si se encuentra incómodo... ¿Qué le ocurre?

Blurp, blurp, (desmayo). 

El entrevistador una vez recuperado del desmayo

sábado, 18 de febrero de 2012

Grandes momentos del cine: créditos iniciales de Watchmen

No hace falta que diga cuál es mi personaje favorito,
¿verdad?


Si prestáis atención en la escena donde Búho Nocturno le da un puñetazo a un atracador, podréis ver a los padres de Batman saliendo del Gotham Opera House acompañados por Alfred, el mayordomo. Y no sólo eso: hay muchos más detalles y personajes conspicuos... El filme podrá gustar o no, pero sus créditos iniciales son estupendos.


viernes, 17 de febrero de 2012

Niebla

Buena cubierta, quizá un poco
juvenil para mi gusto
Cuando Unamuno escribió esta novela su intención era romper el encorsetamiento estilístico de la época, algo que no encajó muy bien con la crítica; pero sí con el público, que valoró la obra con mayor justicia. En Niebla no vamos a encontrar amplias descripciones que anquilosen el ritmo, o florituras que destilen presuntuosidad: lo primero que verá el lector son diálogos, muchos diálogos. Incluso cuando el personaje está solo tiene largos monólogos —algunos de ellos junto a su perro, Orfeo—; pero las conversaciones entre personajes son cortas, rápidas, como si se tratase de una obra actual. Podría afirmarse que Unamuno fue un visionario al que no le importó ni un ápice lo que dijesen de él «entendidos» y petimetres. El curioso nombre que le dio a este nuevo género es el de nivola, en él se le da más importancia al contenido que a la forma. Otras novelas como La tía Tula también entrarían en esa descripción.

Unamuno pensando en sus nivolas
Niebla es, por lo tanto, una novela sencilla con un estilo arriesgado —para la época— que busca agradar al público en general. Si se publicase hoy mismo seguro que la considerarían una obra fresca y jocosa, aunque tal vez posee un argumento desfasado: el clásico hombre que se hace un lío con las mujeres y no sabe por dónde tirar. Sin embargo, el final es sorprendente e impactante. Lo que Unamuno buscaba era demostrar que hay libertad a la hora de escribir; no todo tiene que estar enmarcado por las mismas reglas. Somos nosotros mismos los que, a veces sin darnos cuenta, ponemos límites a la imaginación. Recuerdo haber leído hace tiempo en un foro la siguiente pregunta: ¿Es necesario que siempre haya humanos en la fantasía? La respuesta es no, basta con echar un vistazo a Cristal oscuro o La ciudad de los libros soñadores.

Simpática caricatura del autor con
su obra predilecta
Si tuviese que escoger una novela de Unamuno me quedaría con ésta, y además suelo recomendársela a los que temen abrir un clásico español  —es algo frecuente, porque hay obras foráneas muy atractivas y aquí hubo mucho realismo—, pues en Niebla hasta el prólogo, escrito por uno de los personajes, no tiene desperdicio: «Se empeña don Miguel de Unamuno en que ponga yo un prólogo a este su libro en que relata la tan lamentable historia...». Una curiosidad de la trama es el tiempo y el espacio: no tienen importancia, porque el objetivo que se persigue es que el lector se centre en la historia, algo que se logra magistralmente con elipsis muy bien escogidas. Nos hallamos ante una obra opuesta a la literatura del siglo diecinueve; seguro que algún autor clásico se quedaría aterido si la leyese. Ahora no tiene nada de raro encontrar novelas que se atrevan a experimentar, por suerte la homogeneidad obligada de estilos se ha quedado atrás.

lunes, 13 de febrero de 2012

Star Trek 2009: la película que dividió al fandom

El clásico afiche del que es fácil inferir
qué papeles son más importantes
Las reacciones que este filme generó fueron diversas: desde los alborozos más absolutos, hasta las pesadumbres más agrias; llegando, en algunos casos aislados, a un odio enconado. Para mí sólo engrosa una dilatada lista de largometrajes dedicados a una serie pionera que abrió camino; o sea, que me entretuvo sin más. Pienso que donde Viaje a las estrellas reluce es en la televisión, no en el celuloide; por lo tanto, no me identifico con los dos grupos mayoritarios que se han formado desde que Abrams trocase la franquicia, insuflando aire en unos pulmones necróticos y, por qué no decirlo, bañándose después en un lago de billetes. Estos dos grupos son los pro Abrams y sus detractores. La historia se repite, porque, aunque no lo crean, Roddenberry y los que vinieron detrás también han tenido que soportar críticas duras. Por ejemplo, la serie original recibió ataques del ámbito Hard Sci Fi, aun contando con guionistas de lujo en algunos episodios. Tiene cierta ironía que los defensores de un mundo ideal basado en la tolerancia se tiren los trastos a la cabeza con saña.

Bouuuummm. A ver cuántos peces
salen del agua y caen en el cine
En lo que se refiere a la película una cosa está clara: de momento ha logrado que Viaje a las estrellas vuelva a estar en boca de fans... y no tan fans; que se hable incluso de una posible nueva serie que conduzca a los personajes al lugar que les corresponde. Porque la décima, le pese a quien le pese, fue un fracaso rotundo. ¿Dónde estaban los fans que ahora se rasgan las vestiduras?, ¿viendo El señor de los anillos? El motivo que llevó el filme al naufragio puede ser discutible, mas no el suceso. Otro producto similar sólo hubiese agravado el desastre, porque los prístinos admiradores de la federación unida de planetas fueron difuminados por el tiempo. Era necesaria sangre nueva si se quería seguir exprimiendo el producto, sin importar los vanos encocoramientos de unos pocos; los cuales gustan de afirmar que tras esta novedad «hay que tirar a la basura lo anterior, pues ya no sirve», como si al coger un episodio original éste se incendiase en la mano antes de poder visionarlo. Dislates aparte, queda ver si lo nuevo que se está preparando en estos instantes sigue la pauta comercial anterior o regresa a la crítica social característica de la saga.

Un sofisma: si los villanos llevan
tatuajes, todos los que usan esos
ornamentos también son malvados

Abrams ha incurrido en varias equivocaciones: demasiados brillos, cámaras temblorosas... Sin embargo, supo atraer muy bien al público. La pregunta es si volverá a hacerlo, yo creo que sí; aunque me gustaría que regresase a los orígenes que, sin duda, agradarían a ese difunto héroe de la segunda guerra mundial cuyas cenizas recorren el espacio junto a las estrellas. Star Trek 2009 es un remedo que posee la excusa barata del camino temporal alternativo; en ella se han escudado para convertir al ingeniero en un cliché, o darle una actitud más gamberra al capitán —actitud que ya me molestaba en la serie sesentera—. Se trata, en definitiva, de un reinicio que bien aprovechado puede servir para revitalizar algo que tenía un futuro incierto, y que la nave Enterprise vuelva a despegar llegando a lugares donde el hombre no ha estado. Ya veremos. Quizá este primer tanteo haya sido una jugada maestra de ajedrez que busque dar mate en los siguientes movimientos. Gene decía que la Enterprise no era un conjunto de sets de filmación, o una miniatura usada en efectos visuales, sino un vehículo muy real: uno diseñado con el fin de contar historias.

Star Trek vive.


lunes, 6 de febrero de 2012

Golpe de sangre


La cubierta deja claro qué va a
encontrar el lector. Poco que añadir
Victoria Warshawski es la detective protagonista de las novelas escritas por Sara Paretsky, una autora americana nacida en Kansas. El argumento de Golpe de sangre es simple: averiguar quién es el padre perdido de una amiga. Pero esa investigación que al principio parecía rutinaria removerá asuntos que pondrán en peligro varias vidas. Básicamente se trata de la clásica novela policíaca de investigación con una clara diferencia inusual: el protagonista es mujer. Eso podría ser insuficiente, porque sería fácil cambiarle el sexo al típico detective recio que fuma un cigarro tras otro mientras le arregla la dentadura al sospechoso, y presentarlo como algo novedoso. Sin embargo, la autora consigue que su personaje tenga una voz propia, que sus cábalas y decisiones sean diferentes a lo habitual sin caer —no siempre, al menos— en el fácil recurso de feminizar al arquetipo masculino o entrar en lo folletinesco. «Sin duda Sherlock Holmes habría detectado alguna colilla delatora, las piedrecillas de otro país que no pertenecían al lugar, el fragmento de un sobre».

La autora explorando un lugar que
se parece a una escena del libro
Victoria, al igual que muchos colegas literarios de profesión, no usa armas a menos que tenga un motivo de peso, y su empatía natural le revela detalles que pasarían desapercibidos para la mayoría. Ella es el núcleo de la novela, pues está narrada en primera persona y los secundarios que la rodean no permanecen en escena mucho tiempo debido al rápido desarrollo de la trama, la cual, aun siendo más propia de una novela corta, no desentona y logra transmitir una vaga sensación de movimiento allí donde no hay más que conversaciones, dilatadas esperas...  Quizá la parte negativa es la profusa cantidad de nombres que pueden llevar a la confusión a determinados lectores, porque los cortos capítulos combinados con la velocidad hacen que a veces se pueda olvidar el aspecto de un personaje, ya que las descripciones, aunque extensas, no se van perfilando lentamente, más bien presentan y concluyen en un único párrafo. Algo que tal vez sería más adecuado cuando se manejan menos personajes.

Es curiosa la elección de elementos
que se ha usado para esta portada.
Propongo una para «El señor de los
anillos» donde salga un pan de
Lembas junto al ojo de Sauron
La traducción de Alfaguara es casi correcta, pero tiene erratas difíciles de perdonar porque son las primeras que suelen localizarse en las correcciones; pondré un par de ejemplos: «También registré cuidadosamente el piso antes de sentarme a mirar el correo, pero nadie había intentado introducirse por el acero reforzado de la puerta de entrada ni intentado introducirse por el acero reforzado de la puerta de entrada». «Al fin, saqué un pie como de plomo por debajo de la ropa. La habitación estaba fría. El invierno había sido tan suave que había cerrado el radiador para evitar que se cargara el ambiente, pero al amanecer la temperatura había bajado por la noche. Volví a meter la pierna bajo la manta unos instantes, pero el movimiento había quebrado la cáscara de mi indolencia». Doy por sentado que lo último también ha sido por culpa del traductor y ese abuso desmedido del verbo «haber» no está en el original..., quizá me equivoque; habría que comparar un par de ediciones distintas para averiguarlo. Como las novelas de Sara Paretsky no son muy conocidas por estos lares, dejaré la lista de las que han sido protagonizadas por la detective Victoria.
  1. Valor seguro (1982)
  2. Punto muerto (1984)
  3. Ordenes mortales (1985)
  4. Medicina amarga (1987)
  5. Golpe de sangre (1988)
  6. Marcas de fuego (1990)
  7. Ángel guardián (1992)
  8. Tunnel vision (1994)
  9. Tiempos difíciles (1999)
  10. Sin previo aviso (2001)
  11. Lista negra (2003)
  12. Fuego (2005)
  13. Jugar a ganar (2009)
  14. Body Work (2010)