lunes, 18 de octubre de 2010

Viaje a las estrellas


No me considero un fan de Star Trek, pero es con diferencia la serie de televisión que más me ha gustado de todas las que he visto. Esa es la razón de que a veces deje algún guiño en mis textos que haga referencia a ese mundo utópico, donde los seres humanos han llegado a donde nadie antes ha podido llegar. Gene Roddenberry es un optimista que nos legó su forma particular de ver el futuro, presten atención a la imagen que encabeza esta entrada; lo normal, es que hubiese sido la famosa nave Enterprise y no su tripulación la que estuviese allí. Yo le voy a dar más importancia a los humanos que al "barco", porque ellos son los verdaderos protagonistas, gracias a la evolución positiva que han desarrollado a lo largo de los siglos. La serie de Star Trek, es un ejemplo de cómo deberían ser los seres humanos y no son. Juega con la posibilidad de una reforma en el comportamiento humano en el futuro, no hay fronteras, no hay dinero, etcétera. Muchos episodios son una crítica a los defectos más dañinos del hombre, siendo estos reflejados en otras razas; por ejemplo, la avaricia de los Ferengi o la belicosidad de los Klingon. Convirtiéndose así, en parodias de lo que nosotros mismos podríamos llegar a ser si nos desviamos del buen camino. La serie ha contado además, con guionistas de la talla de Theodore Sturgeon, autor de Más que humano, y ha llegado al cine; aunque la mayoría de las películas son sólo extensiones de las propias series, excepto la última, que es más abierta a todo tipo de público, recibiendo por ello muchas imprecaciones de los fans más acérrimos. Recordemos que los humanos que aparecen en Star Trek no son los de hoy, sino los de un futuro lejano, y los propios seguidores lo demuestran enzarzándose en peleas nimias que no llevan a ningún lado.


¿Era Gene un visionario? ¿Se habrá equivocado? Ninguno de nosotros podrá saberlo. Lo que está claro es que él, ha intentado ponernos una guía de comportamiento. Me viene a la memoria uno de los episodios de la serie original, en el que se nos mostraba a una raza que se había aniquilado a sí misma porque unos tenían la mitad del rostro izquierdo negro y el derecho blanco, mientras otros nacían con los colores cambiados de sitio, ¿hasta dónde se puede llegar por algo que carece de importancia?
Hay muchas series de Star Trek, cada una con sus puntos fuertes y débiles, quizá la más representativa sería la segunda: La nueva generación, donde se nota un presupuesto mayor a la anterior y además cuenta con siete temporadas largas. Esa sería la que yo recomendaría a alguien que nunca antes haya visto nada de Viaje a las estrellas. Sin desmerecer a las otras, pues cada una a su manera tiene diferentes vertientes que las convierte en únicas e irrepetibles. Para mí, el carisma de los personajes que salían en la serie original es insuperable. Esa es la razón de que en las nuevas películas hayan optado por esos y no otros, esos films son entretenidos; pero no hay que olvidar las series, porque en ellas se encuentra el corazón donde laten las ideas de Gene. Yo a diferencia suya, soy más pesimista y dudo que el ser humano llegue a otro destino que no sea el de una distopía, pero me conmueve que alguien haya creado un mundo donde las maldades casi se han esfumado. También vemos a lo largo de los episodios un respeto a otras culturas muy diferentes a la nuestra, sin ser eso un obstáculo que bloquee el raciocinio aletargado que poseemos actualmente. Cualquiera que se acerque a Star Trek, comprobará que es mucho más que los viajes de una nave dedicada a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas, de nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar.


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