¿Rugby? Un luchador hubiese sido más adecuado |
De John Irving puede decirse que su mayor virtud, la que lo encumbró como escritor, es el ingenio; basta con leer El mundo según Garp para darse cuenta, porque Irving ametralla al lector con decenas de conceptos divertidos y dispares: la comedia da paso al drama; el drama, a la comedia; el drama y la comedia, a una mezcla de ambos, y vuelta a empezar. Es una noria de ideas que gira alrededor de la más importante: la lujuria. Jenny, la madre de Garp, emprende una cruzada contra ella. Estimulada por sus malas experiencias con los hombres, escribe un libro que la convierte en un símbolo feminista.
Garp, un joven luchador que sueña con escribir novelas —Irving también practicaba eso de la lucha—, emprende la aventura de las letras favorecido, en parte, por la celebridad de su madre; y pergeña unos cuantos textos que logran calar en el público.
Hacer una sinopsis de esta novela es complicado: parece otra de esas manidas historias que hablan de escritores, pero va mucho más lejos. Madre e hijo se abren camino en un mundo sórdido y violento que hace lo posible por aplastarles; cada uno lo hace a su manera: ella, crea un oasis a su gusto, un pequeño paraíso lleno de personajes excéntricos como, por ejemplo, las ellenjamesianas, mujeres que se cortan la lengua para protestar contra los hombres, esas criaturas llenas de lujuria. Garp, muy diferente a su madre, opta por casarse y llevar una vida más convencional; aunque, evidentemente, no lo consigue. Si lo hiciese, tendríamos una aburrida novela carente de interés. Así que se desespera con embrollos y bretes que son fruto de sus manías, odios e inquietudes. Su fase estudiantil es casi tan atribulada como la adulta, mas halla suficientes razones para continuar.
El mundo según Garp es, en mi opinión, una gran novela; de las que más me han gustado. Entra de cabeza en mi lista de favoritas. Sería la que encabezase dicha lista si no fuese por un pequeño detalle: la sensación que tuve, durante unos pocos capítulos, de estar ante una historia monotemática, sencilla, obsesiva; quizá algunos personajes son más disolutos de lo que deberían. Lo último se trata de una apreciación personal y discutible. Que nadie se prenda fuego o se defenestre...
Hay novelas que dejan un vacío cuando se acaban, porque se echa de menos su historia, el carisma de los protagonistas, la capacidad del autor para que no decaiga la diversión. Ésta es una de ellas. Soy incapaz de reflejar la totalidad de sus virtudes; necesitaría que los hombres grises no me quitasen tanto tiempo.
Garp, un joven luchador que sueña con escribir novelas —Irving también practicaba eso de la lucha—, emprende la aventura de las letras favorecido, en parte, por la celebridad de su madre; y pergeña unos cuantos textos que logran calar en el público.
De repente, la cubierta anterior ya no me parece tan inadecuada... |
He buscado el film por internet, pero no lo encontré. ¿Será bueno? |
Hay novelas que dejan un vacío cuando se acaban, porque se echa de menos su historia, el carisma de los protagonistas, la capacidad del autor para que no decaiga la diversión. Ésta es una de ellas. Soy incapaz de reflejar la totalidad de sus virtudes; necesitaría que los hombres grises no me quitasen tanto tiempo.
No la he leido, pero me llama la atención. Tal vez si encuentro la pelicula la veo para hacerme una idea de si me puede gustar.
ResponderEliminarA ver si tienes más suerte que yo, porque quise verla online y no pude.
EliminarTiene buena pinta. Si los hombres grises me dejan tiempo para leer algo fuera de la pila de pendientes puede que tire por aquí.
ResponderEliminarLo mejor es cuando piensas que Irving no será capaz de trivializar una escena dramática y...
EliminarIntuyo que el libro te gustaría. ;)