Mi apego a los cómics de superhéroes es minúsculo porque siempre he preferido otros medios narrativos; sin embargo, hay un personaje de Marvel que me resulta fascinante: Doctor Extraño. Y no sólo él, sino también el universo que lo rodea, lleno de asombrosos seres que moran en otras dimensiones.
Extraño —a partir de ahora lo pondré en cursiva para que no se confunda con un adjetivo o el presente de «extrañar»— es un héroe que hace honor a su apellido, pues sus aventuras se salen de lo común; no en vano ostenta el título de «hechicero supremo». Cuando no está midiendo sus fuerzas con otro mago, o flotando por el cielo de la ciudad en forma incorpórea, ha de evitar que el planeta sea conquistado por poderosísimas criaturas sobrenaturales. No son pocas las veces que
Extraño se ve superado y tiene que usar la astucia.
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El que sostiene ese báculo, Nébulos,
es alguien poco amistoso. Al fondo
está el Tribunal Viviente |
Los villanos que las mentes de Stan Lee y Steve Ditko crearon para
Extraño son... impresionantes. El más conocido de ellos,
Dormammu, podría vencer él solo a varios superhéroes, y no es más que una muestra de lo que vendrá luego, porque hay otros que representan un peligro mucho mayor. La imagen de Dormmamu, con esa cabeza llameante, irradia cólera por los cuatro costados; cólera que no es meramente estética: pocos enemigos ha tenido
Extraño que se dejen dominar tanto por la ira. Afortunadamente, Dormmamu sigue un código moral y, aunque no le gusta perder..., sabe aceptar una derrota; si no fuese así, podría haber aplastado a
Extraño en varias ocasiones. Y Dormmamu no es nadie comparado con el Tribunal Viviente, verbigracia. La buena noticia es que el
Tribunal Viviente no debería catalogarse como un villano, ya que se encarga de mantener el equilibrio del cosmos.
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Extraño enfrentándose a Zom |
Los personajes que se encuentra
Extraño poseen un poder fabuloso, pero sería un error fijarse sólo en ese detalle: cada uno está dotado de algo que los hace especiales, carismáticos. Por un lado, enfrentarse con Pesadilla garantiza grandes dosis de viñetas oníricas, surrealistas; por otro, los
sin mente no dejaran nunca de luchar cuerpo a cuerpo, pues son incansables; si no fuese por la barrera que los mantiene a raya, generada por Dormmamu, causarían una destrucción total.
Perdonad que haya hablado, de momento, más de los villanos que del héroe. Lo hice porque creo que un héroe no es nadie si no tiene un buen antagonista, y
Extraño cuenta con rivales dignos que lo engrandecen como personaje. Centrémonos ahora en la figura del doctor.
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Pesadilla y su unicornio negro |
Para empezar, no le llaman «doctor» por nada: otrora fue un reputado médico especializado en neurocirugía; lo era hasta que sus manos quedaron estragadas por un accidente, incapacitadas para operar. Después de esa desgracia, viajó al Tíbet; allí un anciano le enseñó los secretos de las artes místicas, y le legó la tarea de ser un escudo contra la maldad de otras dimensiones.
Extraño es, por lo tanto, imprescindible: sin él protegiendo la tierra, los humanos sufrirían un destino atroz.
Extraño, aun siendo consciente de eso, combate con denuedo y elegancia, como sólo un mago puede hacerlo: orquestando fuerzas místicas hasta desfallecer. Dos objetos le ayudan: en su cuello, el ojo de Agamotto puede abrirse para desvelar lo oculto; en sus hombros, la capa de levitación es una ayuda inestimable.
¿Habrá película del doctor en los años venideros? ¿Merecerá la pena?
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Extraño en su sancta sanctorum. Parece que no le gustan
los eBook |