jueves, 4 de agosto de 2011

El gran Gatsby


Cuando se publicó El gran Gatsby en 1925, pasó sin pena ni gloria y no llegó a venderse mucho, hasta caer en el olvido; pero en los años cincuenta se reeditó convirtiéndose en un clásico. La trama es narrada por un personaje —Nick Carraway— que se verá implicado en el enredo generado por obsesión de Gatsby: una chica acomodada que conoció años atrás; es la prima de Nick, se llama Daisy, y es el amor que Gatsby tuvo en la juventud, época en la que éste se movía en la pobreza. El problema es que cuando Gatsby salió de escena para acudir a la ineludible llamada del ejército, la chica se casó con un hombre, que a pesar de tener una actitud deficiente, era rico; condición agradable capaz de eclipsar defectos que en ojos ajenos son dignos de castigo. 

Una vez que Gatsby finalizó el servicio militar, en el cual obtuvo el grado de mayor, regresó rodeado de miseria; no tenía dinero ni para comer. Aunque en la novela se dan ciertos detalles sobre cómo llegó después a amasar la gran fortuna que posteriormente le caracterizó, no deja de ser, en parte, un misterio. Gatsby es un paradigma del sueño americano: un tipo que salió del arroyo para abrazar el éxito gracias a sus habilidades y trabajo. Lástima que nunca dejase de vivir en el pasado, y crease un mundo con el único objetivo de encontrarse de nuevo con Daisy, ya que la mansión construida cerca de donde ella vivía, y las fiestas hedonistas que organizaba; eran sólo una enorme tela de araña para atraerla y reconquistarla. Las esperanzas de Gatsby se incrementan cuando descubre que el marido de Daisy tiene una amante. Convencido de que ese marido infame no la quiere, redoblará sus esfuerzos. ¿Podrá el dinero hacer que un espectro aferrado a su memoria regrese con él?

La trama que Francis Scott Fitzgerald propone es lo suficientemente atractiva para mantener al lector interesado según se adentra en los entresijos que dan forma a la base de la idea principal: hombre rico intenta atraer a una mujer casada que conoció en el pasado. El ritmo es lento —es una novela de los años veinte— y dependiendo de la traducción se pueden encontrar más o menos cacofonías y redundancias;  Poe tuvo mucha más suerte al tener de traductor a Julio Cortázar... Los personajes están muy bien trabajados y el final de El gran Gatsby está a la altura de la historia, porque es un buen desenlace difícil de vaticinar. El cine ha parido varias versiones de la novela, y al parecer se está preparando una nueva con DiCaprio en el papel de Gatsby... tiene mala pinta, ya veremos en qué acaba. La novela; excelente. 

6 comentarios:

  1. De nuevo un imprescindible que todavía no he leído. Tantos libros y tan poco tiempo...

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  2. Yo no llegaría a considerarlo imprescindible, pero sí que merece la pena leerlo. Además es fácil de conseguir.

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  3. Yo soy una fan incondicional de Scott Fizgerald, supongo que habrás leído el curioso caso de Benjamin Button, si no es así, te lo recomiendo. Y peli del Gatsby...Robert Redford con ese traje marrón, insuperable...

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  4. No lo leí, así que gracias por la recomendación. La versión de Robert Redford es sin duda la mejor, no creo que DiCaprio le supere; en todo caso, conseguirá que la clásica se aprecie más.

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  5. Novela que parece interesante. Desde luego tiene mucha fama, pero nunca me ha dado por leerla aunque la he tenido entre las manos.

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  6. Pues anímate a ello, siempre y cuando no te moleste un ritmo pausado.

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