lunes, 2 de mayo de 2011

Una semana entre zombis


Primer Día

Las gotas de lluvia repiquetean en el techo metálico del contenedor. Huele mal. Pero es el único refugio que encontré. Voy a intentar dormir un poco, si tengo suerte escampará y podré salir. Seguro que me despiertan los policías, como siempre. Primero golpean el techo con las porras y después a mí, dejándome tirado en cualquier rincón, porque para ellos sólo soy una sombra sucia que molesta. Quizá esta vez pueda descansar unas cuantas horas antes de que eso ocurra.

He tenido el sueño más extraño de mi vida, un camión no dejaba de perseguirme, ni siquiera cuando entraba en un edificio me libraba de él, porque se encogía y hasta subía escaleras. Además tenía una boca metálica de tiburón en el morro que se abría y cerraba igual que un cepo gigantesco. Ya no hay ruido de lluvia y gracias a dios alguien ha arrojado restos frescos de comida justo en mi pecho, no los veo; pero la larga experiencia que el hambre le ha dado a mi olfato me permite saber qué es comestible y qué no simplemente con la nariz; como un perro. Aunque en el pasado he tenido que escupir o vomitar muchas veces, ya que no quería terminar delante de un hospital sollozando como una plañidera sin que nadie me atendiese. Después de engullir esos manjares, abrí la tapa del contenedor y me desperecé. Había salido el sol y su luz me sacudía los ojos.

Tardé en acostumbrarme a ella, y cuando lo hice, maldije en alto varias veces, porque me había acostado justo encima de un viejo paraguas con la tela rasgada, aún funcionaba y me podía haber servido para mantenerme seco mientras buscaba un refugio mejor. La calle parecía estar vacía. Según el reloj digital de pulsera que hace unas semanas descubrí en la basura son las nueve de la mañana, demasiado temprano para mí, así que cerré mi escondrijo y le di un par de sorbos a lo poco que quedaba en la botella de vino barato.

Unos golpes inesperados me despertaron. Seguro que eran los policías. No abrían la tapa. Se limitaban a aporrearla sin cesar. Qué raro. Tras cinco minutos me decidí a salir, a ver qué demonios pasaba. Sólo era un tipo mal vestido y tambaleante, otro como yo, el cabrón quiso quitarme mi cama, pero se lo impedí a golpes. Menudo soy. Y eso que era insistente, no me dejó en paz hasta que le di con el mango del paraguas en la cabeza, creo que le abrí una brecha y todo. Luego se desplomó y no se levantó. Mal asunto. Podía meterme en un lío si me quedaba allí.

Enfilé hacia el estanco más cercano, no sin antes hacer una parada al lado del supermercado, un buen sitio, en pocos minutos podía conseguir lo suficiente para un güisqui.; o eso era lo normal, porque hoy no entraba ni salía nadie, y está abierto. ¡Un momento! Por la acera viene alguien. Joder, menudo pedo lleva encima, a ver si al menos me da algo.

Vaya si me lo dio, en cuanto le cogí la mano intentando que me prestase atención se la arranqué de cuajo, y el tío como si nada, pasó de largo sin mirarme. Qué asco. Arrojé esa prótesis asquerosa en el suelo y entré en la tienda. Con un poco de suerte podría agenciarme unas botellas de vino. La tienda estaba completamente vacía y desordenada, por aquí ha debido pasar una manifestación o vete a saber. En lo que a mí respecta, vuelvo contento al escondite con un carrito lleno de licores y comida. Es curioso, pero ahora que me fijo los coches están todos mal aparcados; la gente ya no respeta nada. Entonces, entre trago y trago, recordé al gilipollas que antes intentaba quitarme mi contenedor. No podía volver. Seguro que aún estaba ahí tirado. Me quedé en medio de la calle rascándome la barba y pensando, hasta que decidí pasar por delante con disimulo; maldita conciencia.

Ya no estaba, ¿habrá vuelto en sí y después se largaría? Me da lo mismo, al principio pensé que estaría durmiendo en mi contenedor; pero tras echar una ojeada no encontré intrusos. Así que metí la mercancía del carrito dentro y yo con ella. Cerré la tapa y los ojos. 


Comentarios: Es la primera vez que escribo en primera persona desde el punto de vista de un personaje que no soy yo, lo primero que he descubierto es que todas las palabras deben armonizar con los pensamientos y la actitud del protagonista, dificultando la tarea de escribir, porque, por ejemplo, hay términos que ese viejo vagabundo nunca usaría. Debido a eso es posible que algunas palabras hayan quedado un poco forzadas, de todas formas me lo he pasado muy bien con este relato. 

5 comentarios:

  1. Muy bueno, sobre todo teniendo en cuenta la dificultad añadida por el uso de la primera persona, los tiempos verbales, el narrador semi-omnisciente, los saltos temporales, el meta-lenguaje (si es un diario, una narración posterior, reflexiones del protagonista)... ¡Parece que quisieras ponértelo difícil a ti mismo! Pero has salido estupendamente del paso; he pasado un rato entretenido leyéndolo.
    Sobretodo me parece una genial idea lo de explotar el lado cómico de la desgracia, con el personaje que ignora completamente la situación a lo gag de Laurel & Hardy.
    Gracias por publicarlo ;D.

    P.D.: Muy buena también la pesadilla alcohólica con el camión-tiburón xD.

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  2. Me ha gustado y sobre todo me he quedado con ganas de más. Enhorabuena !!!!

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  3. A mi también me ha gustado... ahora espero la continuación.

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  4. El siguiente pero YA !!!!! xDDDDD

    Ánimo y paciencia con el próximo.

    Saludos.

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  5. Lobo. Para mí lo más importante es que te haya entretenido un rato ;). Yo me divertí mucho escribiéndolo. El problema que tengo ahora, es que puedo continuarlo de tantas maneras distintas que no me decido por una en concreto...
    El sueño del camión tiene un porqué que ya se verá más adelante.

    Odiealex. Gracias, a ver si no me atasco, porque he escogido un protagonista complicado.

    Brisne. El segundo día lo pondré más o menos a principios del mes que viene. Aprovecho para decirte que esas historias de animales que escribes me encantan.

    Randall. Me hace falta más ánimo que paciencia, porque los escribo de un tirón xD. Lo malo es que después tengo que releerlos un par de veces, y quitar todas esas palabras que quedan mal.

    Gracias por los comentarios.

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