Estas palabras están dedicadas a aquellos que aún blanden espadas y dirigen ejércitos, sí, también a los que gustan de disfrutar de la honorable afición de los juegos de guerra, porque todos los desperdicios vertidos encima del rol por la prensa sensacionalista, han salpicado un poco por desgracia a los juegos de miniaturas por estar muchos de ellos relacionados en mayor o menor medida con la fantasía y ésta con el rol. Incluso el desconocimiento hace en ocasiones que a los juegos de estrategia se les confunda con los de rol.
A veces puede ocurrir que sea una diversión mal vista, debido a que hace unos años unos periodistas sin escrúpulos y con ansias de escribir una noticia que sea un éxito, señalaron con un dedo a los juegos de rol y gritaron ¡herejía!, de la misma manera que otrora haría un inquisidor siniestro. Esto viene de 1994 cuando ocurrió un asesinato en una parada del autobús cometido por dos jóvenes, que al parecer seguían las instrucciones de un juego de rol, llamándose al suceso "Crimen del rol". Los medios se apropiaron del caso, exagerando los hechos y usando fuentes no contrastadas. Porque claro, el rol es malo si dos enajenados cometen un crimen, sin embargo el alcohol que mata a cientos de personas al año por diversas circunstancias no genera tanto interés, pues carece del morbo de ser algo poco conocido. En un mundo donde la tecnología manda cada vez más, muchos no comprenden que un grupo de personas se coloquen alrededor de una mesa y vivan aventuras ficticias basadas en libros, y que encima no sean competitivas porque los jugadores deben colaborar para llegar a la meta. Debido a todo esto, muchos editores se vieron obligados a colocar en los libros advertencias en las que se indica de manera clara que los juegos de rol no tienen nada que ver con la vida real, "No eres un vampiro".
Con el tiempo se ha demostrado que jugar a rol ayuda en la educación, pues no deja de ser lectura como medio recreativo, aumenta el vocabulario, se desarrolla la empatía y la tolerancia, aumenta la socialización, la conciencia y la responsabilidad...
En realidad los jugadores de este tipo de juegos son unos privilegiados, que han tenido la suerte de conocer un medio de entretenimiento excelente y deberían desentenderse de lo que se pueda mencionar por miedo a lo desconocido o la ignorancia.
¡Qué los dioses de los dados os sean siempre propicios!
Pues sí. Pero es que la sociedad tiende a buscar cabezas de turco cuando no tienen ni puñetera idea de que van las cosas.
ResponderEliminarSalu2
A mí la sociedad cada vez me confunde más, sobre todo cuando rasco un poco en la superficie y veo un fondo ominoso lleno de falacias.
ResponderEliminarUn saludo y no te contagies de mi pesimismo